Si crees que tu hogar precisa renovarse, pintar de color es simple y económico. En este artículo vamos a daros las claves para triunfar. La pintura de paredes es una de las reformas que tenemos que abordar con mayor cautela, puesto que con el cambio de tono de una sola pared, la decoración de toda la casa puede dar un vuelco.
COLOR BLANCO
El blanco siempre es un acierto. Si no te gusta arriesgar, tienes un piso pequeño o sin demasiada luz, tu tono es el blanco. Es el tono de moda por antonomasia y permite miles y miles de combinaciones. Además de esto, si optas por muebles de la misma tonalidad con detalles que den una pequeña dosis de color, le vas a dar a tu casa un aspecto moderno, elegante y de lo más actual.
Los últimos años han estado dominados por el negro y el blanco y es que no podría ser menos. No obstante, esta combinación se reinventa agregando el gris como elemento de innovación.
COLORES PASTEL
Los tonos cálidos nos trasladan a un universo de paz, tranquilidad y de lo más vintage.
Todo lo que nos recuerda a temporadas pasadas es tendencia y todavía más, si aporta ese aire romántico propio de principios del siglo XIX.
Incluso, da sensación de calma a los más pequeños de la casa asegurando un aire cálido y muy chic.
COLORES VIBRANTES
Podemos optar por tonos azules, verdosos, amarillos o morados, que darán un toque de color intenso y audaz que aportará alegría y energía a cualquier estancia.
Ahora bien, el DecoConsejo es que si éstas tonalidades llaman demasiado la atención u os parecen demasiado llamativas, podéis decantaros por pintar una sola pared, de este modo, podréis lograr ese entorno eléctrico y ecléctico y además será un acierto seguro.
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